Aun Sigo Vivo e Intentando Escribir pese a todo

      Pues nada; que agradeciendo las muestras de interés dejadas en mi correo y por varios ANONIMO s , por aquí,  aparte de comentarls que como ya  lo he dicho antes, ahora si ya empezaron la sarta de mentiras que escudados en el "Retorcido Derecho" que a algunos abogados les permite mentir ante las autoridades legals. el fraticida asunto invocado por aquel otro hijo de mi madre en mi conra, ya va en curso, aunque sin visos de resolverse antes de que de la pluma de aquel hombre surjan otro nuevo catalogo de  pretenciones y aberraciones que la ley de mi país le permite,

En fin que así sea...

Con todo y esto, no es hasta hoy que en vez de postear algo más respecto a la Clauida De Jorge. pongo a su consideración un fragmento de lo último en  lo que -pese a todo- he  trabajado.

Se trata de algo de lo más retorcido, romántico e inmoral  ( probablemente ) que me haya atrevido a intentar recrear,  pero que es sólo a esta nueva fase de mi personalidad que pretendo encontrar darle alguna forma de sentido coherente

Si no he posteado antes nada de esto , es debido a que en esta ocasión he pretendido tenerlo ya totalmente resuelto para que no se  pudiera acabar quedandose a medias.

Actualmente , y espero que este fin de semana pueda colcncluir la escena final que tendrá lugar durante la noche de bodas de una flamante pareja...

Ludo.

Gracias  a esos Anonimos a los que por no poder identificar he dejado sin contestarles hasta estos instantes.  La razón por la que no he siquiera entrado al Blogger es que no quería caer en tentación de ponerme a contestarles o postear una parte del relato en que estoy trabajando.  Espero no lo tomen a mal.

Un Padrino para Los Novios...

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Desde el momento que te conocí por primera vez y vi este cuerpecito en el aeropuerto sabía que acabaría clavándotela toda completa Mamita…  que sin importar lo que éste pudiese llegar a decirme, estás nalguitas serían para mí.    – Sin dejar de domarla, haciéndola suya de nuevo, a menos de cuarenta y ocho horas después de que yo mismo se la presentara en la terminal aérea, Bruno tomaba una vez más posesión del cuerpo de mi prometida.

Era como si aparte de disfrutar poseyéndola meramente y corrompiéndola para mí, quisiese demostrar y marcar su dominio. Mismo que extendió aún más dramáticamente al momento en que sin necesidad alguna aplicó sendas nalgadas sobre los vibrantes glúteos de mi japonesita perdida, que se estremecieron y se agitaron frente el efusivo maltrato de aquella manota que les humilló y los hizo temblar como gelatinas de carne dispuestas ante su antojo e insidioso zarandeo inmoderado, que siguió acompañando con sus pesadas palabras.

“Desde que te vi allí, con tus taconcitos paradita esperándome al lado de este buey, te lo noté en la carita”…  ‑ Hizo una pausa que apenas y empleé yo también para preparame y tomar aire antes de que aquél concluyera luego de un jadeo: ‑“Y supe que sin duda eras una de esas con carita bonita y apariencia de ángel, pero toda una putota ya que sienten el fierro”…