¿Un favor?

¿¡Que quieres que haga que!?
Es una frase que mas de una ves alguna de nosotras ha dicho y muchas veces no a nuestros maridos o novios, quizá si a algún conocido o en un caso mas extraño a un casi perfecto desconocido que nos pide algo que moralmente le debemos solo a nuestra pareja...

¿Pero porque llegar a esa situación, o porque asumirla?

Muchas veces es el mero placer, el darse un gustito, otras es el sentirse halagada el saberse y darse a desear.

Pero otras es esa sensación de sentirse deseadas, casi como un objeto, el saber que una sola mirada o sonrisa genera emociones indescriptibles a ese hombre y cuando eso pasa una se ve arrastrada por el deseo. 

Y muchas veces sin recibir nada a cambio, vaya ni siquiera ese hombre nos es atractivo, simplemente se acerco, nos abordo y nos dijo al oído "me conformo con poderte hacer tal o cual cosa" o "me des tal cosa"

Desde que una es mujer es objeto del deseo, propio o extraño pero lo somos, pero es rara la vez que alguien o alguno se acerca y te lo hace "saber" por eso a veces una sede y regala un poco de su miel a ese tan osado tipo quien se atreve a buscar...

No con esto quiero decir que ese es el tip secreto para "anotar", ni que todas caigamos en eso, pero de que eso pasa, pasa... y una lo hace, se entrega al placer de regalar placer olvidando ser mamá, esposa o que si tiene buen o mal marido, pero si convencida que en ese momento es la mujer mas hermosa del planeta y su sola precencia es capaz de generar las emociones mas sublimes en alguien, eso es... lo que lleva a una mujer en convertirse en un objeto y rendirse a los deseos de algún afortunado pícaro.

¿Y tu ya le has pedido algo a tu musa inspiradora?

Siendo comprensiva