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Buscando Mas Pruebas en Contra
de Ella ®
GO Trigers, Ludo Mentis©
Edicion De El Escrutinador ?
3er Acto Pte 1 ( Si, si Bajo!... - Pero, Te Gusta como se Ve?!...)
‑Sí, yo la acabo de oír… ‑ No
recuerdo bien ni quien preguntó o de entre nosotros dos quien contestó, aunque
no tiene mayor importancia. O quizás
fuese mejor dicho que, al menos hasta ese momento no consideré que tuviese
relevancia ninguna, pero cuando ambos
volvimos hacia la sala a esperar a mi esposa, de pronto sentí como si las causas se fuesen cercando
en torno de mí, y él modo de comportarse de mi cuñada cambió otro poco de nuevo
ante mi atribulada inquietud. Y más aún
esto se acrecentó dentro de mí al instante en que sin –hasta dicho momento –
haber precisado en donde se hallaba ella escondida u oculta, ya estando
nosotros dos con mi cuñada en la sala , se escuchó desde el baño la voz de
Mónica preguntando a Alejandra :
"¿Estás segura de que éste no se pasa un poco ya más de la
raya?"…‑ Pregunta a la evitando mirarme ya de manera directa ésta alejó de
mí su mirada para contestarle con cortedad, que no. ‑Que estaba segura de que
no‑, o que al menos ella no lo creía, que ya se lo había dicho en el probador
de la tienda y con la señorita que les había estado atendiendo, que ya le había
dicho que quizás si fuera tan sólo un poco provocador, pero que se le veía muy
bien en su cuerpo, y por lo menos debería de dejarnos ver como se le veía ya
bien puesto.
‑Ya te dije que aunque sí está un poco ajustadito, a ti te queda muy
bien…‑ a escuché conceder a mi esposa, añadiendo enseguida: ‑Y de todos modos ya no puedes hacer nada,
te dijo esta mona que nos atendió que en ese no había modo de devolución… Y te
queda muy bien, ya te lo dije…‑
Insistiendo en remarcar aquel punto finalizó haciendo aquella paráfrasis
‑Es que no sé… Si me gusta pero es
que creo que no sé…‑ Escuché a mi esposa indecisa, antes de su cuñada terminara
tajante diciendo que por lo menos nos dejara decidir a nosotros en vez de
tenernos en ascuas.
‑Ándale ya, tú, de menos asómate a ver que cara te pone tu esposo… Quiero ver como se traga de un golpe ese
cigarro o de menos se le caen los calzones cuando vea como se ve su esposita en
ese vestido… ‑ Rio entre divertida y
curiosa.
Azuzada entonces por las palabras de su cuñada Alejandra, unos instantes
después Mónica volvió a aparecer ante nosotros luciendo un revelador vestido
color hueso que también daba hasta sus tobillos pero que en su flanco izquierdo
presentaba un tentador tajo que prolongándose desde el dobladillo hasta muy
arriba de su rodilla, acababa dejando la mitad de su muslo a la vista con cada
movimiento que ella hacía.
No sin un cierto dejo de vacilante disimulo o bochorno buscó ella limitar el movimiento que aquella abertura
prodigaba a su atuendo cuando frente a nosotros caminó algunos pasos y luego giró
para mostrarnos la parte posterior de aquel espectáculo de tela formas y
sombras; dejándome notar que aunque parecido en su hechura, éste era aún más
pegado e insinuante que el vestido anterior que le había yo visto al llegar, ya
que dadas las suaves tonalidades que este mostraba bajo la luz, ocasionaba que
de encantadora manera se dibujara sobre el mismo una tenue sombra que jugando
junto con el delicadísimo pliegue u hondonada sutil apenas marcada sobre el
ajustado material de aquel lienzo, empero la anterior consideración de aquella
disímbola pero demás elocuente visión de escrupuloso refinamiento y buen gusto,
ante mi vista, y con gran claridad revelaba la separación entre las dos pingües
y muy insolentes formas gemelas de almohadones de carne que creaban sus nalgas,
resaltando en modo incitante el óptimo contorno de su trasero de señora madura
y casada. Firme, ‑amén de antojoso ‑, y por completo jugoso como una pera de
Bosc, o aterciopelado melocotón.
Cuando giró para regalarnos la oportunidad de apreciar con mayor
detenimiento el frente de la prenda, en definitiva noté que el material de la tela
empleado en el mismo resultaba tan tersa que ponía cada rasgo de su vientre de
manifiesto y fácil de distinguir en modalidad cuasi por entero automática e
instantánea, hasta que subiendo rumbo hacia su tentadora anatomía superior, se
desvanecía en las formas de sus amplios senos, que surgiendo redondos,
vigorosos y enhiestos ante la vista, en esta ocasión parecían apenas ser
contenidos dentro del venturoso escote del vestidito en cuestión. Mismo que aunque
sin llegar a poder ser declarado como algo semejante o cercano al mero y burdo descaro,
‑ sin duda tampoco‑, era sí, franco y dadivoso a la vista, en modo tal que sin
poder evitar ser el centro de mi interesada atención, terminaban por capturarme
e invitando a mis ojos a embeberse en su contemplación, y al mismo momento
acabar proponiendo la posibilidad de encarcelar para siempre en mi mente la ocasión
de ver ese poco de más que me dejara con buen sabor de boca de saberme, ‑al
menos en tales momentos – bastante cercano a la dueña de tan evocadora belleza.
– De hecho, y para tratar de
explicarlo de manera concreta; en tal emoción que me recorría al estarla
mirando: Era o sería algo cercano a
tratar de decir que, sin importar los difíciles tempos por los que ya
atravesábamos; a la vez, al estarla mirando tan cercana y lejana de mí; pero sabiendo
muy bien que quizás en buena medida, no sólo fuese yo mismo causante de mis desdichas.
Derivado de éstas, y no sentirme ya tan cercano a su sensualidad de hembra
madura; al menos en dichos instantes pudiera
apreciarla e incluso sentirme como parte de ella.‑
…“¡Guoooaou!” – Movido por mis emociones y sin pensarlo siquiera, de la
zona de mi cerebro que domina mis primarios instintos surgió la intención de
ese supuesto ladrido mezclado morbo por completo gozoso y dejo de hombre de las
cavernas que con toda franqueza no pude contener en mi expresión de sorpresa y
excitación al verla tan sensualmente enfundada en aquel seductor vestido. A lo que ella, volteó a mirarme sorprendida
de mi reacción mientras que acomodándose sobre la nariz el fino armazón de los
anteojos que usaba esa tarde se encaminaba al comedor para mirarse al espejo.
... “Te ves tremenda” ¨‑Casi gruñí, arrastrando de la “erre a la eme”, y
descansando por algunos breves instantes en esta última letra de mis fonemas los
intensos morbos que me recorrían ante ella, al sentir un cosquilleo que me sobrevino
al saberme presente, y convidado testigo de todo aquel paseíllo tan reservado e
inesperado de estar siendo visto por mí hasta hacía no más allá de apenas unos
cuantos minutos.
Mientras mi Mónica admiraba sus formas y la caída completa de su vestido,
reconociéndose en La Del Espejo, sin poder evitarlo yo me comía con los ojos
hambrientos todo ese tremendo palmito de golfa elegante que ahora ya distinguía
yo en ella sin importar que fuera mi esposa y no a otra señora a la que ahora
mis trastornadas miradas me ocasionaban hallarme encuerando ya casi del todo y
dejándola dentro de mi aturdida cabeza, –quizás– tan sólo ataviada en lo que
sin duda serían u, – o al menos hoy día, pudiera ser que fuesen descritas como
unas discretas y muy femeninas pantaletitas cortadas a laser‑, o algo muy
parecido a esas que ahora, más de lo que en realidad consigue una tanga, no
marcan líneas visibles, ni acusan casi tampoco las exactas formas o trazos de
éstas bajo los vestidos o prendas demasiado ajustadas o transparentes de
quienes las usan.
Ahora, en silencio, sin importarme en tales instantes el sonido de fondo
ni compañía de su propia cuñada, cuando como de seguro casi cualquier otro gañán
deseoso de sexo, o al menos colmarse las ardorosas pupilas con aquel inaudito
festín cuasi carnal y saciar la propia lasciva, casi me sentí salivar, llegado
el momento en que – aun en presencia, y delante de ella‑, pero sin que quizás
lo notaran ninguna de ambas, continué desnudando de aquel sugerente vestido a
mi esposa y acompañándola en todos sus movimientos hasta que como por acto de
magia producido dentro de mi sola conciencia, por fin la pude ver moviéndose un
poco de acá para allá, sin percatarse del prodigioso hecho que yo había
realizado para poder verla tan sólo montada sobre sus altos zapatos de moda y
sus calzoncitos de puta señora casada.
– ¿O es que acaso eran sólo unos calzones muy sexys de una puta señora
casada en tacones?...‑ La verdad no recuerdo; pero lo que si tengo muy claro es
que esa sexy señora, elegante, putona y
nalgona, era mi esposa.
Dentro de mi intoxicada cabeza, luchaba ahora ya entre la lujuria y el
arrepentimiento de saberme tan bestia como para incluso disfrutar el modo en
que las rotundas formas de sus ancas, y sin ella notarlo, aquel calzoncito
resultaba tan insuficiente y pequeño, en modo tal que al no alcanzar a cubrir
todo lo necesario que éste debiera, de a poco en poco que ella meneaba su cuerpo con cualquier movimiento el
mismo parecía estar siendo comido por el par de aterciopeladas mejillas con
gran suavidad lo mordían…
‑¡Bueno!... ¿A ti que te pasa?‑ De pronto el morboso y sublime embeleso
acabó tan pronto como llego, y como sacado de un trance justo salí cuando
habiendo ella girado su cuerpo hacia mi estaba descubriendo en su ombligo un
detalle que nunca antes le hubiera yo visto, pero que al escuchar aquellas palabras
que me trajeron de vuelta hacia el mundo, de ser un inquietante y sexy destello
brillante, se convirtió entonces – y en tan solo un vil y fugaz santiamén‑, en
nada más que una discreta sombra marcada sobre aquella zona de su anatomía
cubierta por el material de aquel nuevo vestido.
Aturdido ahora aún más de pronto sentí que giraba todo
en rededor mío, aunque logrando recomponerme de aquel estado de súbito
vértigo, creo que yo mismo fue quien acabó
de ir empezando a apurarme el buril, sin saber lo que pronto vendría.
… “Pero ¿cuándo lo usarás eso?.
Por favor nada más luego vayas a salirme de última hora con que se me
olvido algún compromiso… ¿ehhh?,,Que conste que aquí tengo testigos.‑ Ahora extasiado por lo que acaba de ver o
creído notar en su ombliguito, conseguí acallar
mi inquietud anticipando con ansias el momento en que confirmase mi
hallazgo. Pero entonces todo cayó.
Dejando pendiente alguna respuesta o la continuación de su pretendido
reclamo hacia mis encendidas miradas, por unos momentos pareció tan sólo dedicarme alguna mirada antes de volver al
espejo. Y así, parada frente a su reflejo, giró levemente su cuerpo de un lado
al otro mientras arqueaba la espalda y levantaba sus hombros para proyectar al
frente sus deliciosos pechos y observaba su perfil en el cristal como si los
pretendiera exponer ante la calificativa mirada de algún sibarita conocedor de
tan opulentos manjares y sin apartar la vista de su figura, empleando un tono
entre lacónico pero con un curioso dejo de
temeridad, fue lapidaria cuando sólo me dijo: ‑ " No, no te saldré con eso, no te
apures Gerardo"… ‑
Y luego apenas si dejando notar un leve y titubeante delator balbuceo
inició de las palabras que a continuación acabó por escoger que emplearía al
terminar de contestar mi pregunta, anunció:
‑ En realidad lo compré para usarlo para la inauguración de las nuevas
oficinas. Ya sabes… Y también que te
había dicho que vendrán clientes especiales y gente de la que directamente da
los permisos, y quieren que también ahora atienda y conozca
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Buscando Mas Pruebas en Contra
de Ella ®
GO Trigers, Ludo Mentis©
Edicion De El Escrutinador ?
4o Acto Pte 1 ( ¿Carajo!, Carajo!,
Carajillo?!... )
Pese a mantener mi sonrisa y conseguir demostrar una ficticia ecuanimidad,
víctima de la sorpresa casi me hace soltar mi globo y caerse mi cara también hasta
el piso. De golpe ahora todo giraba y
cambiaba en modo por demás drástico, pasando de lo ardoroso a lo álgido en un
santiamén, dejándome confundido, fundido, y helado a la vez, pero cuando, tras
soltar el incendiario bombazo, Mónica dejó de observarse y comportándose como
si nada o algo por completo normal hubiese dicho a lo que tan sólo faltaba que
yo asimilara luego de comprenderlo, a tal sensación de desconcierto sumó la que
vino al momento que estando por pasar frente a mí de pronto detuvo su paso para
recoger la abombada esferita de vidrio que contenía el trago de tibio café y ambarino
licor mezclado con hielos ya derretidos; y dándome la espalda se inclinó a tomarla
de donde ésta se hallaba dispuesta sobre la mesa de centro, preguntando
entonces lo obvio y por demás evidente: ‑¿Es éste el mío?
que delicia señor y como siempre, nos deja con ganas de más
ResponderEliminarGracias, hacia tiempo no habia nada nuevo al menos ahora continuas con esta historia espero la termines : )
ResponderEliminarSin entrar en polémicas contigo "Anónimo 58", solo comento que no sé a lo que le llamen "hacia tiempo"...=)
ResponderEliminarEntre otras notitas y entradas planeadas para permanecer en contacto con aquellos a quienes les interese saber en que ando ocupado o haciendo, he posteado fragmentos de este relato; aunque eso sí,basado un poco en el interés reciproco que he encontrado en el mismo por parte de ustedes.
Sé que así como una quisiera poder escribir o dibujar al menos uan pieza por semana, la gente estaría entusiasmada por algún tiempo también de leerla, pero somos humanos y eso nunca sucede o tiene buen fin, pues si has visto tú por lo general quienes intentan mantener dicho nivel tan prolifico acaban perdiendo el encanto y cuidado que coom autor debe uno tener para procesar de manera correcta sus diferentes trabajos, mientras qeu por otra parte,al espectador, tambiém se la cansa y aburre pronto la pupila cuando tiene todo de a tanto y tan a la mano.
De todas formas, gracias por dejar comentario y supongo que el hecho de que dejaras nota en la entrada es un indicativo de que te gustó o ha ido gustando.
Cierro la nota de agradecimiento,tan sólo diciendo que el trabajo si está concluido; - así que de todas formas esa cuestión de " a ver , o esperar que la termine, la tenemos cubierta- , y hasta donde recuerdo le faltan solo dos - tres fragmetnos por ppresentar.
Saludos del Ludo
Excelente saberlo, y si me gusto mucho el relato que ahora si podre leer hasta el final. Felicitaciones!
ResponderEliminarsolo comento que no sé a lo que le llamen "hacia tiempo"...=) a esto se le llama hacia tiempo, que postees una respuesta el 30 de Mayo diciendo todo bajo control y finalizado solo falta un poquito a publicar para terminar esta historia... estamos 9 de Julio y nada. Y si, me gusto muchisimo tu relato sin final :) pero estuvo muy bueno y excitante hasta donde lo lei. Saludos!
ResponderEliminarTE dire que simplemente con los ojos de casitodo mundo puestos sobre el balón del mundial; decidí esperar a que se calmaran las aguas.
EliminarPor lo demás, no entiendo lo del " hacía tiempo" mencionado en dos ocasiones en tu mismo comentario.
Perdón 11 de Junio era la fecha de tu ultima respuesta. Saludos!
ResponderEliminarMientras el Mundial toma su curso, yo he seguuido escribiendo, aunque considero que un mes entre uno y otro no es tanto.
EliminarLudo Mundialista.
Si, hoy sabemos quien va contra Francia : ) , y ya nos diras que continua luego de "y dándome la espalda se inclinó a tomarla de donde ésta se hallaba dispuesta sobre la mesa de centro, preguntando entonces lo obvio y por demás evidente: ¿Es éste el mío?..."
ResponderEliminarPues resulta que un país inexistente hace menos de 30 años va contra la Selección Interracial Surgida de la Francia Colonial.
ResponderEliminarEl caso es uqe prometo solemnemente a postear continuación al terminar el Juego y sepamos si ganan los de Color o los que todo lo terminan con una IC...
Lo digo por si te interesa mi entusiasta anónimo.
Ludo Mundialista.