Nada más comentarles que no es que este desatendiendo el blog. Sino que he estado detallando y ajustando el Nuevo Relato que se titulará:
Equipaje o Equipaje para la Convención.
En esta ocasión, nuevamente asistido por el Abogado del nombre que usa el apocopé del Padre Putativo, a cargo de la edición, algunas recomendaciones y montones de aclaraciones respecto a la intención de mis palabras y pretendida métrica que a veces empleo para decir las cosas d emanera más pintoresca y vívida; creo que estamos haciendo un excelente trabajo.
En breve posteare los prmeros avances de las 50 cuartillas que llevamos en redacción , sin que aún veamos el final de lo que he querdio escribir esta vez.
Si gustan, a continuación, - un poco al azar-, pongo un par de fragmentos para que se formen una idea de lo que tratará. Aunque aclaro que de momento no sé si dichos fragmentos ayan a quedar tal cual en el rsultado final.
Ludo M.
* * *
… ♪ ♪ ♪ Espero me perdonarás… Me olvide, me olvidé de tu amor; ♪♪
Te engañe, te engañe en otra piel. ♫ Me
olvide, me olvidé de ser fiel… Te engañe-eh-eh-eee… ♫♫♫♫♫♫ Te olvide, me Olvide de tu amor…
Te engañe en otra piel. ♪ ♪ ♪ --- LISA
LOPÉZ --- TE ENGANE---… Al tiempo en que de los altavoces brotaba con fidelidad
la nítida voz de la cantante acompañada de las trompetas al ritmo de la
batería; desplazándose en la pantalla del auto-estéreo, en movimiento aparecían
el nombre de la intérprete y la canción que de repente estremeció por completo
a Patricia; que conmovida hasta la medula por lo que la letra decía, ocasionó
que la culpa volviera a apoderarse de ella aun cuando bajó hasta lo mínimo el
volumen del aparato.
* * *
¿En CanCun?... ¡¿Cuál otra vez en CanCun?!... No me acuerdo habértelo visto Paty;
¿Cuándo?... ¿El día que fui con mis primos?...—
Movido ahora por el inefable morbo que de manera cada vez más frecuente se
apoderaba de él, el aturdido Raúl presionó otro poco.
...No tontito. No esa vez, ni en la que fui con los
niños. —
Consiguiendo lo que quería, Raúl la escuchó aclarándole antes de que
sutilmente ella buscara darle a entender:
Creí que te había dicho… Tú sabes…
La otra vez…— Y entonces,
también, movida Patricia por cierta sensación maliciosa de marcar y hacerle
notar los cambios que ahora habían ocurrido en sus vidas a partir de que, en
vez de que fuese él quien aportara la mayor parte del pan en la mesa, y la
serie de circunstancias que se habían sucedido dentro de la relación, completó
el paseíllo de palabras: —Por eso no lo conoces, y a menos que estuvieras
espiando qué compro para salir o ir al trabajo, o lo que hago, no creo que
supieras de modo alguno que lo tenía…
Sí, eso lo sé Paty. Y te creo… Así como sé que tal vez me merezco
que todo esto nos haya ocurrido. — Se expresó Raúl viéndola acercarse hacia las cosas
que había dejado colocadas sobre la cama para comenzar a acomodarlas dentro de
su veliz.
…¿También vas a llevar eso para
ponértelo?— Sin querer pero tampoco sin poder
evitarlo, en esa ingenua expresión, por él hablaron los celos de nuevo, justo
en el instante que vio descolgar súbitamente unas tiras elásticas recubiertas
de encajes finamente bordados, luciendo satinados remates con apariencia de
listones trozados, y sendos metálicos clips que entre varios de los lustrosos
festones, alcanzándose a distinguir los botoncitos ahulados incorporados al
metal laqueado mediante pequeñas tiritas de goma, que también se dejaron notar
ante la inquieta mirada del agobiado marido; quien a modo de expresión que
pusiera punto final a sus contemplaciones, se apresuró a imitar el escueto ladrido
de un perro.
…“¡Guau!”— Aunque a modo de exclamación, pareció apenas
una lacónica interjección que pronto se perdió en el silencio de la habitación
tan ahogada fue la expresión que escasamente pudo haber sido escuchada por oídos
de alguien más allá de los dos que se hallaban presentes.
El lastimero quejido, ocasionó
que viendo Patricia, la ocasión que lo había provocado, se sonrojara otro poco
y sintiera algo de pena consigo e intentara explicar: — Bueno sí… Por si las dudas casi siempre llevo de todo. De estos también… Por si acaso… Tú sabes…
Pero se apenó incluso todavía más
cuando luego de soltar el primer grupo de prendas, se dio cuenta que sobre la
cama; a la vista de su marido había quedado un negligé negro de tela casi transparente,
de lo más vaporoso, y algunas de las medias oscuras que se supondría tuviese
que usar con aquellos portaligas que llevaba consigo.
Aunque tardó Raúl en reaccionar,
al quedar ante sí las sugerentes intimidades
y no sólo verlas, sino hasta fantasear con su mujer portándolas, los celos
continuaban aguijoneándole con la morbosa ponzoña que le hizo querer clavarse
otro poco más dentro la angustia. Y apartando
de estas la vista, tuvo que preguntar:
—.¿Por si acaso?...—
¿Por si acaso qué, Paty?...— Abochornado de sí mismo ante lo que acababa
de preguntar, parecía ser otro y no él sino sus celos los que cuestionaban y
dirigían su cabeza, conociendo ya de antemano la que probablemente sería la
respuesta que le darían.
Simplemente no había podido
evitarlo, era su subconsciente el que hablaba en tanto que sin poder impedirlo, experimentaba todo aquel torrente de
sensaciones que se apoderaba de él revolviendo su estómago con nerviosismo
espantoso. Sensación que se agravó aún
más dentro de sí cuando sin ya poder retirar la pregunta, recaló en la
circunstancia ya bien conocida por ambos, de que Patricia rara vez usaba tal
tipo de vestimentas.
…Bueno, tú sabes en caso de que
vayamos a algún sitio… O no sé. Simplemente
que me quiera ver sexy. — Ahora fue ella la que evitando mirarle
directamente a los ojos bajó la cabeza para que no viera él como se sonrojaban
sus mejillas otro poco.
“¿Te quieras ver sexy?...” “O, ¿te quiera ver sexy?”…— Sin atreverse a
decirlo tal cual, el trastornado marido que quería saber aún más, precisó marcando
la sutil diferencia para sus adentros, haciendo énfasis al referirse a aquel
hombre que lo descontrolaba. No obstante
todo aquel cúmulo de ideas y posibilidades tan tremendamente encontradas, se
limitó a expresar un simple:
* * *
‑…¡No!. ¡¿Qué haces Tesoro!?. Baja los brazos. ‑ Con firmeza y tono autoritario fue como le
ordenó que no anduviera con niñerías.
–Que tu niña se cubra cuando la presumas ante sus
abuelos o amigos en un vestidito nuevo que le hayas comprado lo entiendo; pero
no tú Mamita.‑ Tal cual le dijo
enseguida, acercándose a ella en cuanto la vio cómo le obedecía bajando sus
extremidades hacia los flancos.
‑De verdad que eres absolutamente
una delicia.‑ Continuó diciéndole a la cohibida
esposa del ex‑asesor de su compañía, al
tiempo en que sosteniendo en el sitio a ambos costados los brazos de Paty,
terminó de acercarse inclinando a la vez su
propia cabeza para darle un beso en la boca.
‑Pero
ven Mami, deja que te veamos…
* * *
El
costoso vestido por poco; si no hecho girones, si maltratado antes de que se lo
arrancaran del cuerpo al igual que los panties recién estrenados por ella y que
una vez violentados por ellos Patricia apenas pudo salvar de que quedasen
colgando de ornato en el poste de la cama del cuarto del mayordomo y compinche
del tal Don Guillermo Marín O. Del Rosso; quienes querían guardarlos como
memento de su encuentro con ella; y tras la faena se vio forzada a pedir que le
devolvieran para –sin importar el lastimoso estado en que los habían dejado
después de usarlos para limpiarse en más de alguna ocasión con los mismos‑, poder
al menos volver a ponerse antes de regresar con ellos a casa bajo el maltrecho
atavío, aunque estuviesen ya por completo manoseados, sucios y envilecidos en
semen y flujos que de ella escurrían para acabar de empaparlos
* * *
Con esta cosita, se te ve todo.
Por detrás, adelante y en medio mientras tú los modelas y te paseas enfrente de
él para que te los vea como te quedan.—
Jugando a voltearlos mientras con morbo les sostenía por las bandas
elásticas, le dijo a su Esposa notando como incluso la prenda adolecía del
usual paño de algodón que a modo de prevención y modestia acostumbra emplearse
en la zona de la entrepierna , y de transparente que era su material quedaría
virtualmente expuesta no solo a la vista, toda su femenina área pudenda.
…Los pelitos y todo— alcanzó a
musitar para sí lleno de morbo sin soltar de su dedos los panties objeto de su
atención.
* * *
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No, ya dije que no voy a decirte
a menos que me prometas ambas cosas: que no vas
a enojarte y vas a dejarme que te haga lo que yo quiera mientras te lo
cuento… — Le dijo una vez más ella al
tiempo en que habiéndolo recostado sobre el colchón que compartían para dormir
por las noches, aplicó cierta fuerza en las caderas del
marido para hacerle entender que quería que levantara los glúteos y le
dejara bajarle los pantaloncillos…
— “Huegh”, ¡Paty!, ¡¿Qué cosas me
haces Patricia?!...— Entrecerrando los ojos resopló él ofuscado marido creyendo
adivinar lo que se venía; aunque, en
realidad, su imaginación estaba muy distante de lo que vendría.
…¿Sí
lo prometes o no Papi?.— Insistió ella zafándole los pantalones y haciéndolos
bajar por las piernas que inquietas parecían tiritar de los nervios. Lo cierto es que no eran nervios, sino la elongación de los
músculos que no soportaban el momento.
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Espero éste adelanto les pueda gustar y darles una idea de algunas de las cosas que probabblemente sucedan a esta nueva "Esposa Desesperada".
Aparte de esto que se lee, hay varias de esas "ensoñaciones" en las que , sin saber con que tato exito lo consigo, al menso intento hacer "trazos" e imágenes con las palabras.
Ludo Semi Gotoso.
Se ve prometedor, MUY PROMETEDOR.
ResponderEliminarQue buen aperitivo Ludo, espero su publicación y lectura para comentar.
ResponderEliminarMuy rico, yo creo que de verdad usted ha sido confidente de muchas damas porque no creo que cosas tan provocadoras se le ocurran así nada mas... o si??
ResponderEliminarLudo, Ludo,...Ludito...! Acerca de " "Inesperado" y Diana., "La Madre Ideal" " 25/2/2013 .... Esta no me acuerdo haberla leido y mas aún cuando mencionas " Se la habia puesto para complacer los antojos del padre Mateo..." casi me lando sobre el computador y lo sacudo para ver donde diablos esta este relato que no lo habia leido :) , personalmente tu sabes cuanto te admiro, si es posible que este entre tus cooperadores de lectura y corrección para apurar con la salida de nuevos relatos, ya sabes que estoy a atu disposición, ademas tengo relatos tuyos que o has posteado, por si se te han perdido o no has terminado de traducir o arreglar. Saludos...!
ResponderEliminarvaya que promete, como siempre erotico, con las ganas de seguir leyendote, saludos...
ResponderEliminarVaya que gran idea, Luis.
ResponderEliminarGracias por esa disposición que te caracteriza, ojala y pudieras publicar esos relatos que mencionas tener de Ludo, aunque estén inconclusos, ¡su trabajo es de una calidad!, que aun incompleto es un placer de dioses.
Federico.
Minerva tiene el Don de la palabra, Yo apoyo su comentario muchas compañeras me han dicho lo mismo, que Ludo expresa muy bien en sus relatos, el sentir de las Mujeres-Féminas-Angelitos.
ResponderEliminarFederico.
viva mejico cabr lo dejo´ todo en la cancha . en brasil se habla español , esdeber de los hispanos seguir hablando escribiendo pensando en español ya que españa opto por el ingles y otros medios digitales de expresion . magoes
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