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Buscando Mas Pruebas en Contra
de Ella ®
GO Trigers, Ludo Mentis©
Edicion De El Escrutinador ?
5o Acto Pte 1 ( Aunque la Mona se Vista?!... )
♫
Si una vez dije que te amaba, no
sé lo que pensé estaba loca. Si una vez dije que te amaba y que por ti la vida
daba. ♪… "…es que a pesar de lo elegante que se ve, para mi de todas formas siempre tiene o le noto ese "airecito" a señora puta. O que uno le sabe"...
Sin aclarar el “Qué?” o qué era eso que se suponía que uno le supiera con
ése “Uno le sabe”… Superponiendose a la potente voz que destacándose
sobre el encajonado sonido de las trompetas y guitarras eléctricas, que por la
puerta alcanzaba a colarse, en mi cerebro se entremezclaron el acompasado y
rotundo clamor de la voz de Selena que de pronto perdió mi atención ante
aquellas palabras que terminaron ganando dentro de mí…
* *
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El resto del fin de semana, ‑incluida esa noche‑, me fui sintiendo de a
poco cada vez más agobiado y turbado por la persistente imagen de distintas caras
desconocidas de supuestos amigos o compañeros de trabajo dándose el gran festín
a la vista, vislumbrando y comentando entre ellos la imagen que mi mujer les
ofrecía; e incluso imaginé que de algún
modo llegaba yo a estar presente en la dichosa reunión, donde alcanzaba a oír toda clase de
observaciones que entre algunos hacían sobre ella; desde piropos hasta algunos
ya remarcables por rayar lo siniestro y obscenos acerca de los deseos que la
persona y figura de mi mujer les despertaba.
Sucediendo esto de forma subrepticia, sin que por supuesto yo revelase mi
identidad desde el principio de la situación y no resultándome ya
conveniente después hacer nada sino
callar y aguantar el curso que tomaban tanto la circunstancia, cómo las
desmedidas palabras, y en ocasiones, muy obscenos señalamientos que ellos
hacían.
En mi cabeza de pronto aparecieron diálogos y actitudes, figurándome que
alguno de ellos, al que como algunos de ellos, ‑por jugar con la
extranjerización fonética inicial de su nombre‑, conocían por el apelativo de ‑.
El tal Mister Ghi, o “Lli”‑,
y que en realidad aun sin entenderse que en verdad fuera su Jefe, ‑aunque
se comportase tal cual, ‑ y en el caso
que se suscitaba en presencia de mi subconsciente, no apartaba sus lúbricas
miradas del cuerpo de mi mujer, quien –en mi trastornado extravío‑ lejos de
apenarse, aceptaba las descarriadas caricias de sus miradas, mientras que sus animosos
compañeros convencidos de que más que suposiciones, sin duda éstas eran antojos
que convertían en certezas y bajos anhelos que compartían entre sí cuando
agitados comentaban que con toda seguridad lo que había debajo del vestido era tan bueno
como lo que se veía del empaque exterior.
"Yo siempre ando viéndole ese par de tetas y me dan ganas de
apretujar mi cara entre ellas"... “Las tiene tan ricas que, ¡no mames!.
Con lo que sea que se ponga se te antoja”
"Sí… Es que a pesar de lo elegante que casi siempre se ve, de todas
siempre le queda ese tentador “airecito” a señora putona casada, y que uno le
sabe…”‑
Sumándose a la primera, se agregó una segunda voz que pese a resultar más
elegante, al final fue todavía menos considerada en su comentario.
... “No, no… En definitiva yo en lugar del “ Ghi”, preferiría aquí mismo
subirla a la mesa y ponerla de rodillas en cuatro patitas delante de todos para
que le vean esas nalgotas de concurso que tiene y levantarle el vestidito para
encajarle la narizota entre sus piernas sabrosas, y mientras la huelo por sobre
la tela de su pantaletita, clavándole la cara allí en medio en su conchita
mojada y que también sienta mi lengua". – Lleno de procacidad, a mi consciencia se
dejaba venir el soez comentario.
Entonces otro anónimo mas comentaba: " Por como viene ella vestida. ¡¡¡no creo que a ella le molestara en lo
absoluto!!! ... ¡¡¡Por Dios!!!... No sé si ya viste o alguien más notó que
aunque están muy pegaditos y delgaditos, si se fijan bien, en sus tremendas
nalgas, bajo la tela del vestidito se le alcanza a ver la orilla de sus
panties!!!, ‑Atronó en mi cabeza .‑ Si
esa no es una mujer que anda buscando y pide que se la coman caliente, entonces
yo me meto de cura"...
En mis pensamientos confusos, entonces todos reían mientras la veían
bailar con su jefe. Y una nueva andanada de comentarios iniciaba cuando alguien
llamó la atención: ‑" ¡Ehey!, ¡Oigan!...
No sean así… Ustedes siempre de marranos hablando hasta de lo que no se van a comer… Ella es una señora casada.
–Culminó el reclamo antes de cuestionar:
‑ ¿Por qué piensan que todas las mujeres están siempre buscando
guerra?".
“¿Casada?”… “¡¿Y eso que
tiene!?...‑ Contestó una de las voces
que hablaban dentro de mí.
“¿Y eso qué?”‑ Repitió enfática. ‑¿Qué, Acaso la zorrita aquella que se llevó
al hotel después de la fiesta de navidad del año pasado no era también la
esposa del buey que antes estaba y de todas maneras a “el Ghi” no le importó en
lo más mínimo y hasta lo despidieron cuando se puso al tiro?...” Según dijo ella fue la que se las ofreció y
él no se las pidió, pero de todas maneras se la empinó"…
"No, pus ni hablar"… ‑ Dijo
otro, acotando enseguida: ... " Si ojos que no ven corazón que no siente.
Esse buey ya mejor se hubiera hecho pendejo, creo yo”…Soltó su opinión.
Mejor así el marido ni se entera de que ella le anda atorando con el Jefe,
o el amigo que le presentan su Jefe o el Socio; y todos contentos…‑ Propuso la sórdida
posibilidad antes de señalar : ‑“Velo ahora a ese cabrón, ya anda como perro
oliéndole el panty mojado sabroso, pero
no creo que a él le importara si uno también mete un poco de mano allí mismo… “Si
se ve que no más se la anda picando porque se las ponen”
“¿Entonces tú si dices que “El Ghi” anda tras de ella?”‑ Preguntó una de las voces inidentificables.
“¿Andar tras de ella?”… ‑ En mi cerebro tomaron todavía mas forma las
preguntas y frases, que se vinieron todavía en mayor andanada cuando acabo
aclarando : “Por el mucho rato que ella
pasa en su oficina y como a veces huele ese privado cuando entras después de
que ella sale alisándose la faldita o alguno de esos vestiditos que luego se
pone, te aseguro que el tipo no nada más anda tras de ella como tú dices, sino
también por delante, “sobres” y
encima de Doña Moni"...
“Ja-Ja-Jia-Jia-Hijh-Ji-Ji”… ‑ Digna
de hiena salvaje, cuan burda y poco cuidada, surgió la chocante risotada que retumbó en mi cabeza celebrando
el ruin comentario que acababan de escupir entre ellos.
“¡Lo que daría yo por tener al menos quince minutos a solas con esa
Mamita!”…¡¿No!?...‑ Dijo, preguntó y se contestó a sí mismo el muy entusiasta. ‑¡Sólo
imagínate como se vería esa boquita bonita con la que come y se despide de su
marido por las mañanas aquí bien encajada toda en mi palo…! – Lascivo soltó
loas a su posibilidad y deseos, antes de acabar coronando con toda maldad: “Aquí, ¡así…! Rico… Sintiendo lo que le voy a dar y después
correrme sobre su carita de señora casada, embarrándola por todos lados para
después mandarla a recibir a algún cliente con el sabor de mi leche aun en la
boca"
Todos suspiraban hasta que sumándose a todos los anteriores, en el
torrente de desmedidas palabras soeces e imágenes que, correspondiéndose a
éstas, casi ya taponeaban el flujo de ideas de mis neuronas, se agolpó el último
y más lacerante e ingente comentario de todos: ‑ "Pues yo preferiría hacerla que
entrara mi oficina con algún vestido pero con la ropa interior que su marido le
acabara de regalar, ahí hacerla decírmelo y que me la modelara y preguntarme si me gustaba como iba
arreglada, mientras la veía levantar su
falda para mostrármela y después verla bajarse para mí sus elegantes pantaletitas
bonitas y nuevas, de Doña Putona”…‑ La
imaginaria voz lujuriosa puntualizaba y luego seguía :
‑ “ Ya cuando éstas hubiesen bajado
por sus piernitas de señora casada y se encontraran enredadas alrededor de sus
zapatos, le pediría que para mí se saliera de ellas y me las acercara para poder
olerlas muy rico, aspirando su perfumito y delicioso aroma de mujer caliente y cachonda… Mojadita y lista para engañar al pendejo
marido".
En este momento hice una pausa percatándome que de extraña manera todos
mis pensamientos habían llegado a excitarme, y empero titubeé un poco al
notarlo, e incluso aun parecerme un tanto indebido y motivo de profundo
remordimiento, a la vez que, ‑y también quizá potenciado por la propia
ignominia derivada de esto ‑, resultaba un trago bastante morboso de ir
preparando por mí; al poner todas aquellas palabras en bocas de sus imaginarios
perseguidores, y continué sin poder contenerme... ‑ “ Hmmm siente lo húmeda que está por estar
allí en mi oficina mostrándome sus discretos encantos supuestamente reservados
para su marido y entonces de un solo tirón; ya valiéndome madre, yo si le
arranco el calzoncito bonito y agarrándola también de la mano, la hago que me
abra la bragueta del pantalón, y me la ponga alrededor de la verga como si mi
palo fuera su asta bandera y sus panties bonitos la banderita a la que le va a
hacer los honores con su boquita de puta.
Ya ahí, así de rodillas delante de uno, antes de ponerla a mamar que
primero le dé su besito en la punta y con su manita comience a manosear y
sobármelo para que se me ponga más duro".
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me quedo con este climax: "Ya cuando éstas hubiesen bajado por sus piernitas de señora casada y se encontraran enredadas alrededor de sus zapatos, le pediría que para mí se saliera de ellas y me las acercara para poder olerlas muy rico, aspirando su perfumito y delicioso aroma de mujer caliente y cachonda… Mojadita y lista para engañar al pendejo marido"
ResponderEliminarQue motivante es leer y enterarse que esas escenas o "visiones" que uno planea que resulten candentes... A alguién también le funcionen de dicha manera.
ResponderEliminarY es que a veces cuando se escribe acerca de esto bien se sabe que se bordea entre lo sórdido y lo -aún - "provocativo".