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sábado, 18 de junio de 2016

Un Padrino Para Los Novios. Parte 1 No Necesariamente desde el Principio - 1a parte



Un  Padrino  Para  Los  Novios  (    Adaptacion   tanal   )   ® 
GO  Trigers,  Ludo  Mentis© 
Edicion  De   El  Escrutinador 

Parte  1     No   Necesariamente  desde  el  Principio (La   Platica).

Como ya te conté; pudiera decirse que las cosas entre nuestro –entonces‑, futuro Padrino y Daiko Patricia ‑ o Dai simplemente, como la gente cercana acostumbra llamar a mi prometida ‑,  comenzaron a cambiar hacia mí la misma tarde en que luego de recogerlo en el aeropuerto, pasamos lo que quedaba del día en su compañía.  Y así cuando, después de decidir  llevarlos a una concurrida y muy pintoresca cantina para que comieran y al calor de algunos brindis por nuestra relación y la inminente boda, ellos se conocieran un poco más; de pronto, ‑y de manera muy semejante a la que sucede cuando un globo lleno de agua amenaza con reventarnos directo en la cara‑, de manera un cuanto, tanto imprevista por mí, la situación pareció amenazar con descontrolárseme por completo al empezar ellos a intercambiar anécdotas referentes a nuestras relaciones y mi persona con ellos.

Así, casi sin darme bien cuenta de ello, de repente Bruno, ya se hallaba contándole a mi sorprendidísima Patricia, la manera en que antes de que él recibiera la oportunidad de ir a jugar Baloncesto en la Liga profesional de nuestro país vecino, durante nuestros años de Universidad, varias, ‑.si no es que la mayoría de todas ellas‑, luego de conocerme, mis novias, o prospectos de romance, y candidatas a convertirse en algo más que simples conocidas mías, acabaron saliendo con él y quedando prendadas de sus varoniles encantos.


‑Lo que afortunadamente para mí, en ese momento alcancé a mantenerme en secreto principalmente de ella, cuando nos cuestionó si aquello nos parecía algo correcto, fue el poder omitir el decirle que de a poco con el tiempo, durante nuestra estancia compartida en aquella Universidad, incluso había llegado a parecerme un poco algo habitual o parte de cierto ritual, en el que mi función juvenil era la de salir a buscar posibles romances que aceptaran salir conmigo, para después terminar en los brazos de mi mejor amigo, y futuro Padrino de Bodas.

‑Bueno, pero es que de veras, ustedes los hombres a veces están locos, o no hay manera en que una mujer los entienda‑  Recuerdo como cuestiono ella de entrada en la mesa mientras esperaba a que el mesero levantara las copas vacías, antes de remplazarlas con nuevas y más frescas bebidas; para después lanzarse enseguida:

A nosotras las mujeres, en verdad creo que nunca o difícilmente podría yo imaginar una situación semejante en la que algo así no acabara en escándalo…   ‑ Ya parece que vamos a andar compartiendo al Novio o el Marido…‑     Bueno a nosotras hasta el Jefe que tengamos en el trabajo, creo que nos causa celos que venga otra a querer enredarlo o andar ofreciéndosele…‑ Recuerdo más o menos que tal fue su argumento mientras que en gesto, quizás más sentencioso de lo que me hubiese gustado en tales momentos, alternaba la vista entre mi un tanto apenada presencia, y Joel, que parecía únicamente divertirse viéndome padecer y arder ante la inquisición.

¿Y tú…? , A ver Brunito; dime si estoy entendiendo bien y esto es correcto… ¿Me estás diciendo que considerándote el mejor amigo de mi futuro marido,  no tuviste reparos en acabar metiéndote con sus novias?‑  Recuerdo cómo al escuchar tan tremendo cuestionamiento, que ya puesto en palabras, y viniendo de labios de aquella mujer con la que esperaba casarme apenas unos cuantos días más tarde, me hizo sentir un tanto incomodo, y a punto de escuchar enseguida, que sin más la boda se cancelaba, o de menos cambiaríamos de Padrino a última hora. – Si no era que hasta de Novio‑.

Aunque desde un principio, me habían causado la sensación de haberse agradado y entablar una relación sumamente cordial entre ellos, noté yo que a partir de esos instantes, mi linda prometida, parecía ver a mi amigo con ojos completamente distintos y bajo una luz muy diferente luego de semejantes revelaciones. 

Empero durante la desconcertante plática, no me atreví a comentar ni mucho menos admitir ante ninguno de ambos, que con el paso de aquellas experiencias juveniles, de a poco en mí se fue formando cierto gusto maldoso e insano. A tal grado que en cierto modo, pudiera haberse dicho que terminé no sólo tolerando que comúnmente mis conquistas acabaran interesándose más en mi compañero que en mí, sino incluso aficionándome a la decepción de manera tal que  aparte de enterarme de los muchos avances que él conseguía con ellas, continuamente terminaba  escuchando tras la pared de nuestro dormitorio, cuando él las llevaba a la cama para  anotar otro tanto en su abultado score de conquistas.

… Pero ¿cómo podías hacerle eso no sólo a tus compañeros, si no a las novias de tu mejor amigo también?‑  Sin más terminó Dai por cuestionarle, antes de culminar sentenciosa:  ‑ Mejor ni  te pregunto si te has metido con alguna señora casada…

‑Bueno sí… ‑  Recuerdo que desviando más la atención de la pesada culpabilidad que de pronto se había adueñado de mí, interpuso Bruno, antes de declarar en tono jovial: ‑ Está bien… Me declaro culpable Paty, pero también debes ponerte en mi lado antes de mandarme a la hoguera…   Yo no soy él que las ande buscando para que me lleven de paseo a Pantylandia.

Y en el caso de nosotros, era claro que más que otra cosa lo que estaba yo haciendo era apartarle a todas esas “muchachitas” para que tu futuro marido se reservara puro y casto para que tú lo llevaras al altar y luego a tu cama Mamita… ‑    Con un cinismo gracioso, y empleando un tono fingidamente solemne, mi amigo soltó el comentario ante de casi lanzar una sonora risotada que acompaño a su comentario.

En todo caso, creo que sí, en serio,  simplemente son ellas las que me han buscado,  y al lanzárseme las noviecitas de tu prometido, pues sencillamente demostraban que eran amorcitos ocasionales o aventuritas pasajeras, pero no las indicadas para él… ‑  Culminó desembarazándose de la incómoda situación.

‑Ni tampoco para sus maridos… ¨Supongo que ahora vas a echarles ahora la culpa a ellos por no cuidar lo que hacen sus espositas mientras salen a trabajar… ‑ Divertida Patricia ante el jovial descaro de nuestro candidato a padrino, le cuestionó entretenida de las locuaces ocurrencias que tenía él con su plática.

‑A ver mami… ¿ Tú dime yo que culpa tengo de todo?...  Si un día o una tarde está el Pobre Brunito estudiando…  Todo tranquilo, atendiendo sus cosas,  cuando de pronto un bomboncito llega y sin más se planta enfrente de él y se ofrece a darle cariño con su boquita o el cuerpecito completo… ¿Qué?, ¿se supone que debo correrlas y mandarlas tristes de vuelta a sus casas?...   No inventes, ¡si también soy humano!...   No estoy concursando para sacar al Papa Francisco del Vaticano…‑ Soltó la andanada de ideas, antes de rematar sus palabras con un chistorete que hizo con un juego de palabras.

‑Y ya ves que ni Él…   Ya se sabe que hasta El Santo Padre trae de menos un condón guardado bajo la sotana…  Tú sabes… ¡Por si La Santa Sede…! – Enfatizó al remarcar la broma.

¡Ay!...  No Bruno; No me vengas con eso‑   Tras aceptarle  la broma y darle un nuevo sorbo a su trago,  Incansable ante su causa, divertida mi Patty no claudicó y volvió a querer debatir el punto con él; y continuó:

‑No, no vas a decirme que eso sucede…  Que primero tus amigos, sin más te ceden a sus esposas o a las novias para que te diviertas con ellas…  O que así sin más de la calle  solitas van a buscarte para que las entretengas… ‑   Le cuestionó antes de fingir pena por él. – Pobrecito de ti…

Bueno, pues yo no sé si eso no le suceda a nadie más o si  a ti no te haya pasado nunca; ¿pero pues yo qué?...  A mí simplemente me usan y me dejan luego ahí botado, ¡como si fuera yo una cualquiera!...     Se lamentó Bruno, divertido de la incredulidad de mi prometida.

‑Pues de verdad que ahora creo que sí ya he oído de todo… Pero nunca creí que entre hombres pudieran ser así y seguir considerándose amigos después de que semejante cosa pasara…‑  Ya en tono más serio, aclaró su opinión Patty, antes de volver al punto.

‑Como les dije  antes…  De verdad no me imagino esto pasando entre amigas que estuvieran de acuerdo de que el novio de una acabara  yendo a visitar a su departamento a su compañera de cuarto…  Ya me imagino la desgreñada que se darían nada mas de verlo que pasara en su carro a recogerla para llevarla a pasear… Las mujeres no somos así de compartidas o bobas…  Al menos no las decentes…‑  Aclaró su postura.

Yo, sabiéndome débil o ciertamente culpable al respecto de las situaciones que de pronto se habían apoderado de nuestra plática,  ni me atrevía a pronunciarme en sentido alguno, por lo que preferí dejar sólo en la defensa de su caso a mi amigo. Quien de inmediato le refutó a mi novia.

… No, si claro que lo hacen…  Como te digo o tu misma dijiste, hasta se pelean por ser la favorita del Jefe y hacerles notar a las otras que el muy vivo ya la pasó por las armas…  Es como si en las pláticas entre  las gallinitas del gallinero quisieran intercambiar credenciales…  Importándoles muy poco si se supone que ya tienen su gallito en la casa… Parece que de todas formas les diera valor a currículum  cacarear que el dueño del gallinero o el más Gallón del lugar , ya también las dejó bien pisadas… ‑   Por demás misógino esta vez, al parecer de un solo plumazo Bruno pretendió concluir de alegar.

¿O también vas a decirme que eso no lo has visto que pasa mamita?...‑   Hasta agrio y recalcitrante nuestro prospecto de Padrino alegó.

Bueno, sí…pero somos  más discretas, no andamos  contándolo tanto como tú dices o ni nos hacemos amigas de “la otra” que se anda metiendo con nuestros papitos.‑ Intentó salvar ella la validez de su propia opinión.

‑¿Lo ves?...‑  Aprovechó Bruno la ambigüedad de Patricia para primero soltar otra broma.  – Si mi mamá lo decía: Ten cuidado Mi Hijito que , ¡las hay malas, y las hay peores!...‑  Y enseguida alegar:

‑El que sean más discretas, no quiere decir que no hagan estas cosas… Si acaso que son más temerosas de las habladurías…‑  Fue condescendiente con ella, y más aún al decirle enseguida: ‑Y bueno, eso está bien… a mí me acomoda bastante que una mujer sea  habitualmente más reservada. Aunque también me ha tocado escucharlas charlar en alguna mesa del café de la tarde o en un bar y he notado como de todas maneras, todo se saben las unas de otras, y se chismean para acabar con la reputación de la que no se haya presente…

‑Bueno, sí… es cierto, no te voy a negar que hay algunas así, pero…  ‑ Dejó entonces brevemente en el aire mi novia la idea durante el tiempo que le tomó dar otro sorbo su Whisky Sour.

¿Lo ves?... Ahí está el caso… ¡La defensa descansa!... ‑  Se apuró él a decir alzando también su copa para  chocar los cristales con ella, antes de que le concediera ella el punto y buscara explicar.

‑No es que te juzgue yo a ti‑  De entrada aclaró bajando su copa a la mesa. ‑ Sí, estamos mal, pero me parece muy raro, y muy cínico que fueras amigo de hombres a los que les habías o les has quitado a las novias o esposas… 

‑Bueno Mamita; no…  Ahí fíjate que si estas equivocada… Ni soy de esos ni  es siempre ese el caso…  No es que yo ande buscando quitarle la esposa a nadie, o busque ligarme a la novia de alguno para casarme con ellas…    Expuso antes de irse más dentro, cuando reveló aún más lo bizarro y extraviado de las conductas de algunos hombres.

No, no se trata de eso lo mío… De hecho yo lo que menos ando buscando es exclusividades… A mí tampoco me ha llegado todavía “La indicada”…  Así es de que todavía no ando buscando comprarme una vaca, si lo que en realidad sólo quiero la leche…   ¿No te parece?... –  El fulminante y artero comentario también estalló en mis orejas que como exclusas de un submarino, por un momento parecieron querer cerrarse automáticamente.

Ahí estaba… ¡Bruno lo había hecho de nuevo!...  Todo estaba acabado.  Se cancelaba la boda.

Pensé para mí al tiempo en que esperando el inicio de las hostilidades entre ambas partes, mis orejas me hacían sentir aturdido y ansioso ante el presagio de lo que muy probablemente vendría por parte de Mi Linda Daiko Patricia con tan vulgar comentario soltado por él , y con el que seguramente se daría ya por concluida su breve candidatura a ser nuestro Padrino de Bodas , y mucho menos, “Un buen amigo de la joven pareja”… que era más o menos el título con el que me había imaginado que habría aparecido en alguna semblanza de la página de sociales del periódico dominical donde aparecerían algunas de las fotos de nuestros invitados para la boda.

‑Ah, fíjate… Primero éramos gallinas de un corral y ustedes los gallos…  Y Ahora somos vacas, y me imagino que ustedes o de menos Tú, el macho semental, y los demás los toritos cornudos…‑  En tono bastante sereno llegó la primera respuesta, que aunque de terciopelo, no dejó de sorprenderme.

‑Pues sí… ‑ Mientras le daba yo otro trago a mi Clavo Oxidado, él la atajó sin que yo me atreviera a intervenir ya en el debate y acabara echándome encima la lápida.

¿O qué?...  ¿Nunca has leído en los periódicos o esas revistas que dicen, traspaso esposa por no poder atender?...   ¿O los otros que ya de plano piden ayuda?...  “Mujer, Damita Joven con permiso de su marido, busca caballero discreto con ansias de experimentar momentos intensos al lado de ella…”‑  Ni yo mismo, pese al momento pude evitar sonreír y soltar una risita al imaginar semejante texto que ahora este desvergonzado bribón esgrimía  ante mi futura mujer, quien también esbozó una sonrisa antes de cuestionar:

‑No, por Dios Santo…  ¿De veras?... ¿En serio?...  Ahora me vas a salir con que también esos anuncios son de verdad y escritos en serio…        Terminó de preguntar Patricia sumamente sonriente…

‑¿Pues a poco pensabas que no?...    Hay cientos de casos…‑  Casi soltando la carcajada Bruno se le quedó viendo a Patricia, antes de voltear a buscarme y pedir que aclarara yo mismo. ‑ ¿O no es cierto Edgarin?... Ándale, cuéntale a tu Señora como nos conocimos cuando en el Kinder pusiste tu anuncio y me pediste que le enseñara a besar a…‑  Al final dejó en el aire su nueva intención de causar confusión en Patricia.

No, pues a mí bórrame de la lista Papito… ‑  Sorpresivamente para mí, que me esperaba lo peor o de menos tener que acabar haciendo conciliaciones, de pronto noté que Patricia no se hallaba molesta e incluso zanjaba la situación, por lo que supuse que todo se resolvía.

…¿O tú si Eddie?.   ¿Crees que lo necesitáramos a nuestro Padrino para hacer esas cosas?... ¿Y tú fueras mi maridito que me dieras permiso como esos que dice?.   Tú sólo acuérdate que YO si soy la indicada y no creo en el divorcio Papito…– Casi me hace rociar sobre la mesa completa y ellos dos el trago que tenía en la boca, cuando sin haberme supuesto jamás semejante  tipo de cuestionamiento, la vi volteando a  dedicarme una mirada sumamente enigmática, que acompaño a la contundente y casi cruel advertencia final, que muy sonriente lanzó antes de dejar de mirarme.

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1 comentario:

  1. Wow, es bueno estar de vuelta con mi ex nuevamente, gracias Dr. Ekpen por la ayuda, solo quiero hacerle saber que está leyendo esta publicación en caso de que tenga problemas con su amante y se esté divorciando y usted no quiere el divorcio, el Dr. Ekpen es la respuesta a su problema. O ya se está divorciando y todavía quiere que él / ella contacte al Dr. Ekpen, el lanzador de hechizos ahora (ekpentemple@gmail.com) y se alegrará de haberlo hecho.

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