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miércoles, 27 de febrero de 2013

Dos Bocadíllos de "Anónimo"



Aclarandoque  aun cuando practicamente no he posteado imágenes de mis  dibujos, pues aunque tengo ya , sino centenares, si bastantes sin publicar, por la cuestión de no haber tenido tiempo de agregarles las marcas de agua ni correo que habitualmente  les añado, no he querido subirlas.  Mas sin querer ahora crear contenidos gratuitos , si no más bien compartir con algunos de ustedes  las creaciones que de alguna manera han influenciado mi cabeza de loco en estos gustos., en esta ocasión y por si alguno de ustedes nunca las ha visto, quise mostrarles dos deliciosos bocadillos que ejemplifican muy bien ese “gusanito” que como en aquella caricatura de los Looney Tunes  atacaba a la conciencia de aquel pobre gato al que obligaba a jugar cual empedernido tahúr, a algunos de los que nos gusta esto, también carcome  nuestros antojos.



Creo que ambos trabajitos transpiran candor a la vez que si los analiza uno un poco más allá en su  transfondo sensual, evocan multiples pensamientos y circunstancias  a considerar dado el picante contexto que el autor propone que ocurre entre ambas "damitas", los "insospechantes " maridos y el equipo de diligentes mecánicos dispuestos a "echarle mano al asunto"..

Principalmente me agrada el que corresponde a la Oficina del encargado que - traspasando las barreras idiomáticas -, simplemente le está llamando al marido  para decirle...  "Su esposa está aquí con el Auto Mister Spencer...   Los compañeros coinciden en que se requerira desvestirse de manera completa"


Todo en ese dibujo me trae a la cabeza aquel mágico mundo en que de chico yo encontraba por veces primeras semejante tipo de situaciones en las que tras saborear aquel primer "golpe"  de antojo, comenzaba a dilucidar todas las posibles implicaciones que me sugería.

¿Quién o como podría ser la  vida de esa mujer que tan sonriente se prestaba a ese tipo de juegos tan indebidos entre una señora casada y unos "simples" empleados de un taller automotríz?

La tremenda burla que con semejante juego de palabras y ambigüedad le jugaba el astuto hombre al Señor Spencer  mientras sus compañeros ya se encargaban de desvestir a la Señora de Spencer y para colmo él osaba llamarle para "anunciarle" lo que ocurriria...

Esas y muchas otra ideas inundaban la mente del pequeño Ludo cuando me topaba con este tipo de imágenes con las que mi cabeza volaba imaginando diversas escenas posibles en desarrollo y como terminarían las cosas entre las "Señoras Spencer" y los afortunados que se atravezaban en sus quehaceres diarios.

( En el otro dibujo., ( el del auto morado )., entendiendose que en Inglés  británico, acostumbra usar el género femenino para referirise a las naves, o vehículos que usan maquinas como medio de locomoción, se lee que se refeieren al auto en femenino, por lo que se entiende:

" Al comienzo costo algo de trabajo hacerla que "andara", perouna vez que le "checamos  sus puntos" ya 
comenzo a andar suavecito".

Entendiendose el "suavecito" como  " rico y a gusto"



Ludo M.

Agradezco en este post los  por demás agradables comentarios de “Anónimo”  y  principalmente de Romeo, que quiero que sepa que no ignoró sus comentarios.

3 comentarios:

  1. Exelentes dibujo y gran comentario.
    Alebaires

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  2. deliciosos dibujos hacen volar la imaginacion , muy bien ludo estas muy productivo ya casi rompes los diques y te desbordas . en cuanto a la cita de dumas es muy acertada y la tuya igualmente valida para estos tiempos . un saludo magoes.

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  3. Tus palabras parecen escitas por mí, Ludo. Las mismas sensaciones, preguntas, excitaciones y, calculo, que la misma temprana edad. Particularmente yo, recuerdo estar paseando por la avenida de una zona balnearia, de noche, con mis padres, y mirar, sin que se dieran cuenta, escaparates de negocios donde vendían chucherías de las más variadas. Entre todas esas porquerías, unos tarjetones con dibujos "pícaros" donde, en todos, alguna chica de buenas formas mostraba su culo o alguno la espiaba o manoseaba o de alguna manera se aprovechaba de su "inocencia", y donde en dos de cada tres de esos tarjetones, el fisgoneo o el manoseo (o a veces más) tenía como cómplices a la mujer y al tercero, y como víctima a un novio o marido engañado o plausible de engaño.
    ¡Cómo me han morboseado esos dibujos!! por años y años. Luego "upgradeados" por otros motivos (historietas y chistes como los que estás subiendo acá). Recuerdo puntualmente los dibujos de los marcianitos de la revista Playboy o alguna similar, y siempre los que más me gustaban eran en los que un cornudo era engañado.
    Me encantaba en todos estos dibujos el estado de felicidad y goce (no sexual, sino de alegre disfrute) de las mujeres ante la posibilidad de que las espíen bajo las faldas o las manoseen frente a sus incipientes cornudos.
    gracias Ludo por estos recuerdos!! =D

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